10 marzo, 2007

Cien Promesas, Cien Acciones

¿Recuerda alguien las fabulosas cuan demagógicas promesas de campaña de Felipe Calderón de llevar a cabo Cien Acciones para los primeros cien días de gobierno, formuladas un histórico 20 de junio del 2006? ¿Esas gloriosas promesas que la consorte de los propagandistas paleros de la ultraderecha Yunquista en el poder, dizque “neutrales e imparciales”, tales como Lupa Ciudadana, aplaudieron a rabiar y se encargaron de pregonar a los cuatro vientos como algo factible? Estamos hablamos de las mismas cien promesas de campaña con las que Felipe Calderón sedujo al veinte por ciento del electorado que votó por él, convenciéndolo de seguirlo al igual que como lo hizo ese famoso flautista que bajo el influjo de sus melodías engañosas se llevó tras él a los niños del pueblo hacia un destino desconocido.

Al marcar el calendario la fecha 10 de marzo del 2007, al cumplirse con dicha fecha los primeros “cien días” del gobierno de Felipe Calderón, ha llegado el momento de refrescarle la memoria.

A tres meses de estar “gobernando” a México, hay que repasar lo mucho que prometió, y preguntarse al mismo tiempo qué es lo que le ha cumplido al pueblo.

Empecemos con la primera promesa de campaña que le vamos a restregar en cara a Felipe Calderón. El 17 de marzo del 2006, en Martínez de la Torre, Veracruz, en su primer día de gira por esta entidad, Felipe Calderón ante miles de campesinos acarreados -como solía hacerlo el priismo en otros tiempos- que fueron llevados a bordo de más de 70 camiones al poblado de Plan de Arroyos, en el municipio de Atzalan, propuso, en el marco del Foro Mundial del Agua, el plan Cinco por uno (5 x 1), a fin de dotar de agua potable y alcantarillado a más de la mitad del país. Específicamente, dijo: “Un 90% de agua potable al término de mi administración y 60 de alcantarillado. Por cada peso que ponga el usuario de los servicios de agua potable y de alcantarillado, vamos a poner cuatro pesos más entre todos, el gobierno federal, los estatales, los municipales y los organismos internacionales especializados en el agua, a través de los programas disponibles.” ¡Cuánta belleza! Suena demasiado bueno como para ser verdad. Y hasta el día de hoy, de hecho, no se ha cumplido nada de esto, ni siquiera ha sido comenzado.

Después de haber formulado la anterior grandielocuente promesa, la cual nadie sabe para cuándo será realidad plena así sea en módicos abonos pagaderos a largo plazo por las generaciones venideras, unas dos semanas después Felipe Calderón hizo otra promesa espectacular. Se trata de una promesa casi solemne hecha el 2 de abril del 2006 en Tepatitlán ante integrantes del Consejo Agropecuario de Jalisco. Específicamente, ofreció eliminar el fuero constitucional. Esta promesa es interesante, porque nunca la propuso cuando estuvo en una posición privilegiada para hacerlo, cuando fué el coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados. En ese entonces, por el contrario, disfrutó ampliamente de ese fuero constitucional que después anunció sus intenciones de eliminar para que ya nunca más nadie esté por encima de la Ley. Y naturalmente, para que ya nadie nunca más esté por encima de la Ley, es indispensable que inclusive el mismo Presidente de la República acepte prescindir de su propio fuero. Bien, muy bien. ¿Ha presentado hasta el momento Felipe Calderón alguna iniciativa ante el Congreso para quitarse a sí mismo su propio fuero constitucional así como el de los diputados y senadores federales? ¿Aún no? ¿Entonces cuándo tiene planeado hacerlo? ¿Dentro de un año? ¿A la mitad de su sexenio? ¿Casi al finalizar su sexenio? ¿Nunca, con la esperanza de que los mexicanos dén muestra de su desmemoria?

Vayamos ahora a otra promesa suya, formulada una semana después de haberse formulado la promesa anterior. Se trata de una promesa hecha el 9 de abril del 2006 ante un grandioso evento multitudinario celebrado en Toluca, en el estado de México, con motivo de la conclusión de su gira en dicho estado. Allí se comprometió de manera solemne a la construcción de dos trenes suburbanos, uno de Buenavista a Ecatepec y de ahí a Tecámac, y un segundo tren suburbano que pase por Los Reyes, San Juan de Aragón, Chalco y Texcoco “para poder comunicar eficientemente al estado de México”. ¿Se han comenzado ya las obras para la construcción de estos dos trenes suburbanos? ¿No? En tal caso, ¿se hizo la asignación dentro del Presupuesto para el año fiscal 2007 para dar inicio a tales obras? ¿No? Bueno, entonces... ¿PARA CUANDO? ¿Para el 2008? ¿Para el 2009? ¿Para el 2010? ¿O mejor ya ni hablar de ello, al fin y al cabo que "el prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila"?

Otra promesa, de alcances profundos por cierto, fué la que formuló el 29 de abril del 2006 ante sus propios paisanos en la capital de su propio estado de origen, en Morelia, Michoacán, cuando se comprometió a elevar a rango constitucional el derecho de los ciudadanos a acceder a TODA la información que se encuentre en manos del Estado. Sí, TODA la información. Sin embargo, sin necesidad de tener que esperar a enviar una iniciativa al Congreso para elevar a rango constitucional el derecho de los ciudadanos a acceder a TODA la información que se encuentre en manos del Estado, hay algo que podría haber hecho desde el mismo día en que rindió su accidentada protesta como Presidente de México. Podría haber ordenado la desclasificación inmediata de más de cinco millones de archivos que, de acuerdo con lo que publicó PROCESO el 15 de octubre del 2006 (véase la Segunda Parte del blog de Spectator titulado “La Sucesión Presidencial”) fueron clasificados como reservados por Vicente Fox. Por aquí podría haber empezado. ¿Lo hizo? No. ¿Va a hacerlo? Eso está por verse. Que al fin y al cabo hay seis años por delante para estárselo recordando.

El candidato Felipe Calderón no sólo propuso elevar a rango constitucional el acceso a datos en poder del Estado. El 8 de mayo del 2006 ofreció la eliminación del secreto bancario en casos criminales. Y en sus primeros días de gobierno pudo haber enviado una iniciativa al Congreso con este fin. ¿Lo hizo? No. ¿Va a hacerlo? ¿Que opina el lector?

Al día siguiente de haber formulado la anterior propuesta, otra nueva promesa de Felipe Calderón, tan espectacular como dramática, fué la que escucharon en Naucalpan micro y pequeños empresarios del estado de México: el compromiso de Calderón de incrementar diez veces los apoyos del gobierno para los microempresarios. Específicamente, dijo: “Durante mi gobierno quiero multiplicar por diez la posibilidad de otorgar microcréditos, mil 250 millones de microcréditos a mexicanos que pagan esos créditos al Estado”. ¡Qué tan lejos estaban estos micro y pequeños empresarios de imaginar que, tan solo medio año después, se darían por bien servidos con el simple y solo hecho de que no subieran los precios de los artículos de consumo básico como la leche para las clases populares, el maíz, las tortillas y el gas natural, entre otras cosas! Y en lo que respecta al pleno cumplimiento de esta hasta ahora incumplida promesa de campaña, los microempresarios que personalmente escucharon esto saliendo directamente de la boquita de Felipe Calderón -muy en especial los que votaron por él- posiblemente lo hayan visto en sus pesadillas con una mueca sardónica en el rostro y una gesticulación con sus dedos dirigiéndose hacia ellos con las palabras “tengan su premio”.

Pródigo en inacabable demagogia, el 14 de mayo del 2006 ante la presencia de miles de personas Felipe Calderón encabezó un mitin en la Arena Monterrey en donde, a manera de show musical, fué presentado entre fuegos artificiales, y su público fué animado con el cantante Pedro Fernández, los Kumbia Kings y la Sonora Dinamita sobre un escenario igual al de la Plaza de Toros México con templete en forma de cruz. Y en este apoteótico evento con una gran asistencia de gente -gracias en buena parte a los músicos reconocidos mundialmente y llevados al evento sin reparo en los gastos involucrados- Calderón se comprometió a emplear plena transparencia en el manejo de los recursos del erario afirmando que en su gobierno no habría fideicomisos sin rendición de cuentas sobre el manejo de los dineros. Específicamente, dijo: “Vengo a proponer que toda información en poder del gobierno y relativa a un solo centavo de dinero de los contribuyentes pueda ser conocida por los ciudadanos, no podrán oponerse gobernadores o intereses de ningún tipo”. ¿Lo ha cumplido? Bueno, empecemos por el hecho de que el FOBAPROA, ese FOBAPROA que el entonces candidato presidencial panista Vicente Fox le propuso a Cuauhtémoc Cárdenas en un debate presidencial que se abrieran las listas, ese FOBAPROA que representa quizá el mayor atraco en la historia cometido en contra del pueblo de México, se mantuvo sellado durante el sexenio de Vicente Fox, y hasta la fecha sigue sellado bajo Felipe Calderón. ¿Se abrirán las listas del FOBAPROA bajo Felipe Calderón? Eso mejor que lo conteste él mismo. Y en lo que respecta a los fideicomisos que no están dando una rendición de cuentas, que mantienen cerrados sus libros de contabilidad al pueblo de México, si alguien cree que eso ya terminó con la entrada de Felipe Calderón resta decir que se podría hacer un libro de miles de páginas sobre ello. Si hemos de hablar de transparencia, hubiera sido bueno en todo caso aclarar con honestidad de dónde salieron realmente las decenas de millones de pesos para el grandioso espectáculo que se le montó a Felipe Calderón en la Arena Monterrey, porque aunque la “versión oficial” de que el gasto erogado fue absorbido en su totalidad por Óscar Flores, empresario dueño de Representaciones Apodaca, quedan pocas dudas de que este tipo únicamente actuó como un prestanombres, tomando en cuenta tanto el monto de la enorme erogación requerida para tan fastuoso espectáculo con entrada gratuita para todo el mundo como el hecho de que ninguno de estos empresarios invierten jamás un solo centavo de sus propios bolsillos si no van "a la segura" para obtener una buena ganancia económica en aquello que echen a andar o al menos recuperar el monto de la inversión original. ¿Fué financiado este “show” por poderosos financieros aliados a la Organización Nacional del Yunque? ¿O fué financiado por los líderes supremos de los neofascistas Tecos, esto es, los multimillonarios dueños de la ultraderechista Universidad Autónoma de Guadalajara? ¡Que hable Don Felipe Calderón sobre esto, si es que realmente quiere hablar de “transparencia”!

Al día siguiente de tan propagandístico show que le fué montado a Felipe Calderón con una cantidad considerable de recursos que se supone de procedencia desconocida, El Hijo Desobediente ahora convertido en El Hijo Pródigo (pródigo en promesas incumplibles y demagógicas ofertas de campaña) impactó a los medios académicos cuando ofreció... ¡la creación de un fideicomiso de 10 mil millones de pesos anuales para la educación!. Esta es una promesa de campaña que se antoja cruel, tomando en cuenta que lo primero que hizo al empezar a trabajar como el “presidente de todos los mexicanos” fue tratar de recortar drásticamente el presupuesto para la educación media superior y superior, en especial a la UNAM, a grado tal que el mismo Rector Juan Ramón de la Fuente se vió obligado a ir en persona al Congreso de la Unión para defender a una de las mejores universidades públicas no sólo de Latinoamérica sino del mundo entero de los draconianos recortes propuestos por Felipe Calderón. La pregunta que debemos hacernos aquí es: ¿Se puede clasificar un recorte severo de fondos para la educación superior como una acción de gobierno entre las cien que prometió Felipe Calderón? Porque esta acción, o mejor dicho, la intención de que se llevara a cabo esta acción (el Congreso obligó a Felipe Calderón a dar marcha atrás en la magnitud de los recortes propuestos) sí fue llevada a cabo entre los primeros cien días de gobierno, en cuyo caso habría que... ¿felicitarlo?

En respuesta casi heroica a las malvadas intenciones de Felipe Calderón y sus colegas de El Yunque (así como de los rencorosos y ultraderechistas Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara que quisieran ver cerrada a la principal universidad de México con la cual tienen varias cuentas pendientes) de cercenarle la savia vital a una de las mejores universidades del mundo, el 17 de enero del 2007 el Rector Juan Ramón de la Fuente inauguró en la UNAM la supercomputadora Kan Balam (llamada así en honor de un matemático maya precolombino célebre por la precisión de sus cálculos), la más poderosa de América Latina y la número 28 entre los equipos universitario de cómputo en el mundo:





(Agregaremos aquí, fuera de nota, algo que publicó vuarnet en ocasión de este magno estreno en la UNAM. Kan Balam II, cuyo nombre en maya significa Serpiente-Jaguar, hijo del rey Pakal, fué quien descubrió varios métodos para medir el movimiento de los astros y poder calcular con miles de años de anticipación su posición exacta. Lo que él creó fue una tabla que puede reproducirse hoy y funciona por un periodo de más de 390 años, sin el mínimo error. Los mayas podían calcular el tiempo de manera más exacta a la que tenía el mundo antes de 1960, cuando el primer satélite artificial, el Sputnik ruso salió al espacio y pudo medir lo largo del año con precisión: 365.25 días. Los mayas tenían una diezmilésima de error y hasta antes de esa medición, se tenían 2 diezmilésimas. Lo que significa que los mayas tenían un día de error cada 10 mil años y nosotros 2 días de error en el mismo periodo.)

El 17 de mayo del 2006, en Zitácuaro, Michoacán, en su propio estado de origen, ante medio centenar de productores forestales, Felipe Calderón propuso muy específicamente un programa en donde según él a los campesinos se les pagaría por cuidar árboles. Es el momento de confrontar la realidad: Ahora que está “gobernando” Felipe Calderón, ¿a cuántos campesinos se les está pagando ya en estos momentos por cuidar árboles? ¿Diez mil campesinos? ¿Cinco mil? ¿Mil? ¿Cien? ¿Siquiera unos diez? ¿Ninguno? Entonces... ¿hasta cuándo? Aunque mejor no deberíamos hacer esta última pregunta, porque lo más probable es que la respuesta franca y sincera, sin mentira alguna, posiblemente sólo produzca coraje y desilusión. Pagarle a los campesinos por cuidar árboles no fué la única propuesta formulada por Felipe Calderón en esta reunión que tuvo en Zitácuaro con productores forestales. Propuso también la creación de un sistema carretero nacional que atraviese transversal y verticalmente al país, conectando directamente a Acapulco con Veracruz. Hasta el día de hoy no hay un solo centavo asignado por el Ejecutivo, ni un solo centavo pedido al Congreso de la Unión, para tan gloriosos proyectos, ni se ha vuelto a hablar del asunto excepto en el 28 de diciembre, el día de los Santos Inocentes.

Hablemos ahora de una de esas promesas que sí van a ser cumplidas. El 30 de marzo del 2006, en Fresnillo, Zacatecas, Felipe Calderón prometió que su gobierno pagaría en su totalidad las cuotas del primer año del IMSS para los trabajadores de primer ingreso. En sus propias palabras: “¡El pago va por cuenta mía!”. Según él, sería el gobierno federal el cual a partir de diciembre del 2006 pagaría íntegramente todas las cuotas obrero-patronales al Seguro Social durante el primer año que cotizara un trabajador joven, con el fin de incentivar la contratación de este sector de la población. E hizo esta promesa en uno de los estados más pobres y con mayor índice de desempleo en la República Mexicana. Al haber transcurrido todo el mes de diciembre del 2006 y todavía al haber transcurrido la primera semana de enero del 2007, esta promesa seguía sin ser cumplida, seguramente porque Felipe Calderón ya estaba titubeando en llevarla a cabo. Sin embargo, para la segunda semana de enero del 2007 se había detonado una escalada brutal de precios en los alimentos de consumo básico de la población, y estaba creciendo el descontento entre cientos de miles de jóvenes de todo México que se sentían defraudados al no ver aún el cumplimiento de la promesa del pago íntegro por parte del gobierno federal del primer año de las cuotas del IMSS para los trabajadores de nuevo ingreso. Y como esta mezcla de factores es precisamente el fermento ideal para detonar revueltas sociales, el gobierno Calderonista a toda prisa anunció a mediados de enero del 2007 con grandes fanfarrias y gran despliege de los recursos mediáticos de siempre la implementación de esta medida seguramente con la esperanza de aplacar un poco la ira de un segmento creciente de la población, bajo el bien publicitado mote de El Programa del Primer Empleo. Pero este muy festinado (por la propaganda oficialista) “Programa del Primer Empleo” de Felipe Calderón, programado para entrar en vigor el primero de marzo del 2007... es una calca de un programa social cuyo intento de aplicación ya había fracasado previamente en Francia, en donde a su símil se le llamó la Ley de Contrato del Primer Empleo, y fracasó por el simple hecho de que es un programa que a los únicos que beneficia realmente es a los empresarios. En efecto, este tipo de programa pseudo-social deja en manos de los empresarios la contratación de los jóvenes por un año con salarios muy bajos, con las cuotas del IMSS subsidiadas por el Estado, o mejor dicho, subsidiadas por el mismo pueblo por la vía de los impuestos (el Estado en sí nunca pierde un solo centavo, es a fin de cuentas el pueblo el que paga todas las facturas del Estado hasta el último centavo), tras lo cual los empleadores simplemente los pueden correr para contratar a otros jóvenes y así poder reclamar sobre esos otros el mismo subsidio. Pero no son los jóvenes los únicos que salen perdiendo. Los “ya no tan jóvenes”, los mayores de edad, los padres de familia adultos que tienen esposa e hijos que mantener y que forman una gran parte de la fuerza laboral, sobre todo aquellos que están desempleados, están expuestos a ser desplazados por una población laboral “flotante” de jóvenes quienes tampoco tendrán seguro su empleo. En efecto, TODOS menos los empleadores van a salir perdiendo. La aplicación de esta “gran idea” es congruente a fin de cuentas con los postulados de la derecha y su inseparable aliada la extrema derecha, interesadas como siempre lo han estado en la defensa de los intereses económicos del gran capital, aún a expensas de los intereses sociales del pueblo. Los que van a salir perdiendo son los mismos jóvenes porque después de su “primer empleo”, al ser despedidos habrán perdido ya para siempre el atractivo que representa el poder ser contratados sin que el empleador tenga que pagar sus cuotas del IMSS, en virtud de que este beneficio sólo es válido para los trabajadores de nuevo ingreso. En pocas palabras, el “primer empleo” muy bien podría ser “el último empleo”. ¡Y aún así, millones de jóvenes mexicanos mordieron el anzuelo y votaron por Felipe Calderón, contribuyendo quizá a cavar su propia tumba laboral! Lo más asombroso es que cuando Felipe Calderón lo propuso en su campaña presidencial, muy pocos se dieron cuenta de la farsa que dicho programa representaba, y todavía muy pocos se dán cuenta de la farsa que representa así como quiénes serán los realmente beneficiados a largo plazo, ignorando las devastadoras consecuencias sociales que puede traer consigo. ¡No en vano el mismo Felipe Calderón había titubeado en hacer efectiva esta promesa! Felizmente, como Francia no es México, las protestas generalizadas y el descontento popular lograron mandar abajo esta aberración antes de que se conviertiera en ley. Lamentablemente, como México no es Francia, Felipe Calderón y sus neoliberales asesores Yunquistas se salieron con la suya, y han logrado mantener engañados e ilusionados con falsas expectativas al 99 por ciento de los jóvenes mexicanos. Y por cierto, cuando al formular esta promesa el 30 de marzo del 2006 Felipe Calderón dijo “¡El pago va por cuenta mía!”, de nueva cuenta mintió, porque él personalmente no va a pagar un solo centavo de su propio bolsillo para subsidiar la aplicación de este programa, el costo de los subidios como ya se dijo será absorbido por el Estado, o mejor dicho, por el mismo pueblo.

Otra promesa, cuyo fiel cumplimiento es cuestión de interpretación, es aquella que hizo el 19 de enero del 2006, justo al iniciar su campaña proselitista en la Ciudad de México en un deportivo de Iztapalapa, cuando anunció que no le temblaría la mano en la aplicación ciega de la justicia, cosa que ya sentado en la silla presidencial, con el rostro casi transfigurado, ha repetido diciendo que en su gobierno no habrá impunidad para nadie. Pero esto se antoja a estas alturas como un desplante difícil de creer en un país en donde la aplicación selectiva de la justicia ha sido la tónica de cada administración entrante ansiosa por “legitimarse” empezando “bien” ante el pueblo. De haber sido cierta tan fanfarrona declaración, tendría que haber empezado a demostrarlo desde el momento en que entró a la oficina presidencial aplicando la ley con todo rigor para meter a la cárcel a su propio cuñado Diego Hildebrando Zavala; continuando con los hijastros de su predecesor, los hermanos Bribiesca Sahagún, por los delitos de tráfico de influencias, soborno, y cohecho; yéndose también en contra de la misma Elba Esther Gordillo para investigarle la procedencia de su cuantiosa fortuna personal y fincarle en todo caso cargos por los delitos de desvío de recursos del erario público o por lo menos por evasión fiscal en vez de andarla premiando por haber traicionado al PRI. Sin embargo, la lista de los intocables a los que hasta el momento Felipe Calderón ha respetado y seguirá respetando es amplia y larga, motivo por el cual esta promesa ha sido ridiculizada como lo muestra el siguiente cartón de Hernández aparecido en LA JORNADA el 21 de enero del 2006, titulado “Puro Teatro", en el cual aparece Felipe Calderón diciendo "En mi gobierno no habrá impunidad para nadie”:




Esta promesa calderonista es ya una vieja película repetida y repetida y repetida hasta el cansancio por otros mandatarios anteriores ansiosos también por “legitimarse” ante el pueblo, como Miguel de la Madrid, cuyo lema de campaña fué la Renovación Moral y quien a fin de cuentas sólo metió a la cárcel a unos cuantos pollos gordos como Jorge Díaz Serrano por sus corruptelas cuando estuvo al frente de la paraestatal PEMEX, y Arturo Durazo Moreno en cuyo dudoso “honor” hay una película y un libro de José González G. titulados “Lo Negro del Negro Durazo”, pero dejando intacto e impune precisamente al ex-Presidente (José López Portillo) bajo el cual se prohijó tanta corrupción. O como el mismo Carlos Salinas de Gortari, quien al inicio de su sexenio y también para "legitimarse" después del fraude electoral de 1988 metió a la cárcel al líder del sindicato de trabajadores de PEMEX Joaquín Hernández Galicia alias “La Quina”, aunque tiempo después se sabría que este arresto fué por venganzas personales propias del poder. O como el mismo Vicente Fox cuando en su discurso inaugural como Presidente dijo que no habría “borrón ni cuenta nueva”, lo cual no fué impedimento alguno para que su temible Fiscal de Hierro que no perdonaba a nadie, el Secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, se enriqueciera personalmente a manos llenas y favoreciera generosamente a sus propios familiares al mismo tiempo que ahorcaba con impuestos, requerimientos, auditorías innecesarias, multas, embargos y tramitología excesiva a los pequeños causantes cumplidos que en algún momento de sus vidas cometieron la equivocación de darse de alta ante el implacable fisco mexicano comandado por ese pillo de acero a quien está dedicado todo un libro que lo acusa de desviar 2 mil 700 millones de dólares (el libro ISOSA: Fraude Transexenal a la Nación del periodista Miguel Badillo), de lo cual hay evidencias documentales. ¿Habría alguien que realmente les creyera a cualquiera de estos demagogos sus promesas de aplicación pareja de la justicia? ¿Hubo alguien que realmente creyó que con el ascenso de la derecha y su aliada la extrema derecha al poder estos delincuentes de cuello blanco por fin irían a dar a la cárcel? Sin embargo, si las declaraciones calderonistas de que “no le temblará” su mano firme y de que “no habrá impunidad” son una advertencia sombría con referencia alusiva dirigida a todos los adversarios políticos de su régimen, para lo cual se supondría que nombró como Secretario de Gobernación a un ultraconservador jalisciense de línea dura tan afecto a la represión violenta de la disidencia, entonces hay que reconocerle a Felipe Calderón que en este caso sí está cumpliendo con lo que prometió, empezando con el arresto a traición en diciembre del 2006 de los dirigentes de la APPO que estaban en México para negociar con la Secretaría de Gobernación una salida pacífica al conflicto social en Oaxaca.

Hemos documentado tan sólo una pequeña parte de las muchas promesas que estuvo haciendo por todas partes el candidato presidencial Felipe Calderón. En buena parte, las múltiples y maravillosas promesas formuladas por él, y aplaudidas desde las gradas de los estadios tanto por los panistas de base como por los ultraderechistas Yunquistas repartidos entre ellos, quedaron plasmadas ese 20 de junio del 2006 dentro de su glorioso plan de Cien acciones para los primeros cien días de gobierno, y para comprobarlo todo lo que tenemos que hacer es recurrir al famoso Boletín en el cual puso por escrito ese costal de intenciones que bien pudiera haber sido una lista enviada al Polo Norte a Santa Claus. Hay que recordar bien cada palabra que dijo, como hay que recordar también que el pez por su boca muere. Entre lo mucho que dijo, dijo lo siguiente (al ir leyendo esto, el lector debe irse preguntando a sí mismo cuáles de las muchas promesas que hizo Felipe Calderón le consta que se han ido cumpliendo, o que por lo menos que ya comenzaron a cumplirse, teniendo siempre en mente que no basta con las meras intenciones para darle crédito a las palabras de un político):

Muchas gracias, amigas y amigos, muchas gracias por estar aquí en esta presentación de las acciones que vamos a iniciar, 100 acciones que haremos o iniciaremos en los primeros 100 días de gobierno.

Nos propusimos realizar una campaña centrada en propuestas viables para un México mejor, lo hemos hecho, desde la presentación del documento de Retos de México, en octubre del año 2004, hasta hoy, pasando por los compromisos que diariamente fui estableciendo en términos de propuestas concretas, algunas de ellas recogidas hoy aquí como compromisos para los primeros 100 días de gobierno, hasta la presentación de estas 100 acciones que habré de realizar o de emprender en los primeros días en la Presidencia de la República, nuestra campaña se ha significado precisamente por las propuestas.

He tenido como propósito ser el candidato de las propuestas porque seré el Presidente de las soluciones y hoy puedo decir que precisamente por eso, porque frente a las opciones de corrupción, de violencia, de división entre los mexicanos que representan mis adversarios, nosotros presentamos una opción de unidad de los mexicanos fundada en la ley, de paz y por supuesto de desarrollo sustentable para México.

Porque tenemos las mejores propuestas, porque representamos la mejor opción para México y porque también claramente y aunque le duela mucho a la competencia, porque tenemos las manos limpias, vamos a ganar la elección del 2 de julio. Por eso, puedo decir amigos que estamos a 12 días de que los mexicanos decidamos el México que queremos para nosotros y para nuestros hijos y las opciones entre las cuales vamos a decidir son muy claras:

Mantener la estabilidad económica que hoy vivimos y traducirla en crecimiento y empleo a partir de fomento a la inversión productiva o arriesgarnos a perder lo que hemos avanzado en estos años por culpa de quienes creen que el endeudamiento y el gasto excesivo del gobierno es el camino y cuyo resultados, aunado a un manejo irresponsables de la economía han sido varias veces desastrosos para el país.

Hoy, más que nunca, estoy convencido de que con el apoyo de millones de mexicanos seré, en estas alternativas entre empleo o deuda, seré el Presidente del empleo; entre estabilidad o crisis económica seré el de la estabilidad económica; entre la transparencia y la opacidad seré un Presidente de la transparencia y de las manos limpias. (Comentario: Quizá como un mal augurio de cosas por venir, en el primer mes de gobierno de Felipe Calderón el empleo de hecho cayó.)

Durante esta campaña he presentado propuestas para que vivamos mejor, propuestas para que nuestros hijos vivan mejor, propuestas para los jóvenes, para las mujeres, para los adultos en plenitud, para las personas con discapacidad, para los indígenas, para los migrantes, para todos los mexicanos.

Han sido además, pueden constatarlo ustedes, las propuestas mejor evaluadas por expertos agrupados tales como Lupa Ciudadana, como el Centro de Estudios Espinosa Iglesias, como el esfuerzo del Fondo de Cultura Económica, con las evaluaciones hechas en la revista Este País, y muchas, muchas otras.

Hoy, amigas y amigos, presento ante ustedes estas 100 acciones, 100 compromisos que ya ocupan desde ahora mi agenda personal para los primeros 100 días de gobierno a partir del 1º de diciembre.

En esencia podemos decir que sabemos por dónde empezar y cómo jerarquizas y concretar nuestras propuestas de campaña.

Hoy presentamos este documento en donde se definen 100 acciones específicas que se van a definir en los primeros 100 días de gobierno.

Estas acciones van a servir como guía, primero, para los trabajos del periodo de transición, a partir del 3 de julio y para asegurarnos que el 1º de diciembre todas las dependencias del Gobierno Federal estén alineadas y en sincronía para cumplir estos objetivos.

Desde el primer día las pondré en marcha y concretaré las que por su naturaleza sea factible hacerlo dentro de los primeros 100 días pero marcarán desde luego un compromiso definitivo de mi administración.

Voy, además, a impulsar entre otras acciones, el sistema único de información criminalística, los gabinetes de seguridad nacional y seguridad pública van a presentar las características que tendrá este sistema. (Comentario: El 22 de enero del 2007, Felipe Calderón nuevamente volvió a proponer la creación de un Sistema Unico de Información Criminalística. Pero esto lo hizo siendo ya "Presidente" de México, a diferencia de cuando lo propuso el 20 de junio del 2006, cuando era tan sólo un candidato presidencial. Obviamente, sus bien pagados colaboradores no le recordaron de que los tiempos de presentar propuestas ya habían quedado atrás hace medio año, y que ya había llegado la hora de cumplirlas, no de volverlas a repetir.)

A la vez voy a promover un sistema sencillo de pago de impuestos que faciliten la incorporación al pago formal a millones de mexicanos que por la complejidad del sistema fiscal no pueden hacerlo. (Comentario: No existe en estos momentos alguna propuesta de Calderón ante el Congreso para la creación de ese “sistema sencillo de pago de impuestos”, e inclusive no se ha presentado ni siquiera ante los medios el borrador de una propuesta tal.)

Voy a promover ante el Congreso las reformas que necesitamos para crear y generar empleos, para crecer y generar empleos, una reforma energética que nos permita disponer de electricidad, gas y combustibles a mejores precios y en condiciones de calidad y de mercado mucho más competitivas y una adecuación laboral que promueva la apertura de muchas nuevas empresas y facilite el empleo para mujeres y jóvenes.

Vamos a construir entre otras cosas infraestructura hidráulica, las presas que hacen falta para librar la carga que tienen algunas cuencas sobre explotadas, como el Río Lerma. Vamos a impulsar la presa del Sapotillo para dotar de agua potable a las ciudades del bajío mexicano, el acueducto 2 desde el Río Moctezuma para la región de Querétaro, el realito para San Luís Potosí, las presas que hacen falta que pueden ser financiadas además bajo este mecanismo.

También, como dije en el debate vamos a impulsar los ejes carreteros longitudinales y transversales. Ampliar a 4 carriles todo el tramo que comunica con la península de Yucatán, concretamente desde Mérida y Campeche hasta Villahermosa.

Ampliar y seguir con lo que ha hecho Vicente Fox con la carretera México Tuxpan, México Guadalajara y los ejes carreteros transversales del Pacífico al Golfo, de Mazatlán a Matamoros, pasando por Durango; de Manzanillo y Lázaro Cárdenas a Altamira, pasando por la Huasteca.

El eje carretero de Acapulco a Veracruz, pasando por Atlixto en Puebla y, sobre todo, el canal transísmico, el canal seco que nos permitirá ganar una porción importante del mercado que hoy circula por el canal de Panamá. (Comentario: El Canal Trans-ístmico, una obra que supuestamente le permitiría a México competir con Panamá, requeriría de una cantidad tan grande de recursos que esto debe ser tomado como una broma calderonista de muy mal gusto, sobre todo cuando se están agotando los yacimientos petrolíferos de la reserva Cantarell privándole a México de una importante entrada de divisas extranjeras. La única forma de construír el Canal Trans-ístmico sería pidiendo prestada fuera de México una cantidad tal de dinero que por varias décadas los ingresos que se pudieran obtener de la obra se irían a pagar los costos de construcción de la misma, lo cual es un mal negocio. Además, parece que Felipe Calderón no ha querido entender las razones de índole técnica que tuvieron los norteamericanos para irse hasta Panamá para construír allá el Canal de Panamá en vez de construír dicha obra en México.)

Caravanas de la salud. Vamos a establecer caravanas con equipo médico, equipo material y humano que recorran los estados de mayor marginación y en los primeros 100 días enviaremos las primeras caravanas a los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, para dar atención médica y preventiva a aquellas comunidades donde no se cuente con unidades, hospitales y clínicas públicas, cuando menos 2 veces por año para detección temprana de enfermedades, especialmente de enfermedades de cáncer cérvicouterino y mamario, atención hospitalaria y detección y medicina preventiva. En esta gran cruzada participarán miles de jóvenes médicos mexicanos. (Comentario: ¿Alguien ha visto, en los primeros 100 días de gobierno de Felipe Calderón, alguna de estas caravanas?)

Nadie se quedará sin medicinas, estoy plenamente consciente de la carencia que hay en los hospitales públicos y por lo pronto en el primer Presupuesto de Egresos reasignaremos recursos presupuestales para que en el 2007 se cuente con recursos suficientes para adquirir los medicamentos y tener abasto suficiente en clínicas y hospitales públicos. (Comentario: ¿En verdad es esto posible, espera que le creamos, cuando en México el 85 por ciento del mercado de los medicamentos está rígidamente controlado por dos grandes monopolios, Casa Saba del pulpo financiero Isaac Saba Raffoul -un reclusivo multibillonario mexicano clasificado por Forbes entre los empresarios más ricos del mundo- y Nadro, seguidos por Marzam que controla tan sólo un “modesto” 15 por ciento? Monopolios a los cuales Víctor González Torres -el famoso “Doctor Simi” de Farmacias Similares ni siquiera les hace cosquillas. Monopolios beneficiados en México con las “bienehechoras” políticas neoliberalísticas sostenidas contra viento y marea por la derecha y su inseparable ultraderecha bajo el sexenio foxista. Y ello sin tomar en cuenta la criminal negligencia que se le está dando bajo el régimen calderonista a los medicamentos en el mismo estado de donde Felipe Calderón es originario, ya no se diga de los demás estados.)

En los primeros 100 días vamos a lanzar un programa específico con subsidio al frente que esté dedicado a las familias con ingresos de hasta 3 salarios mínimos y consistirá en el diseño de un crédito adecuado a ese nivel de ingreso, ayudado con un apoyo para complementar el anticipo en la adquisición de vivienda popular para quienes son meseros, albañiles, personal de servicio y otros mexicanos que no tienen acceso hoy a vivienda, a vivienda digna. (Comentario: esta promesa calderonista es risible cuando al empezar el 2007 no existía ni siquiera un programa específico con subsidio al frente que estuviese dedicado a ponerle un tope al alza en el precio del maíz y las tortillas, ya no se diga todo lo demás.)

Concretamente programa de apoyos a la electricidad de las familias más pobres del país. Por eso, mi gobierno pagará hasta la mitad, según el caso, de las familias más pobres, empezando por las que tengan situación de pobreza extrema. (Comentario: ¿Conoce alguien a alguna familia pobre a la cual, hasta el día de hoy, el gobierno calderonista le haya pagado la mitad de su energía eléctrica? ¿Qué tan pobre se tiene que ser para que el gobierno federal panista le pague a una familia la mitad del consumo de su energía eléctrica? Posiblemente habrá que ser tan pobre, que ni siquiera se tendrá instalación eléctrica alguna en la casa, en cuyo caso la promesa será fácilmente cumplible porque el gobierno calderonista tendría que pagar la mitad de nada, habiendo ya cientos de miles de familias de pobreza extrema en México que ciertamente en estos momentos califican de inmediato para esta no-ayuda.)

Vamos a duplicar el monto destinado al programa nacional de microcréditos porque el mayor crecimiento de productividad es aquel que se da a los niveles más bajos de ingreso, crece más el empleo y crece más la productividad de una persona que puede adquirir una máquina de cocer, que puede adquirir el inventario de una miscelánea, que puede adquirir herramientas para establecer una cocina económica o una, anoche veía en televisión, aquí en el Distrito Federal, a una persona inundada no sólo por las lluvias sino medularmente por la falta de infraestructura hidráulica que ha sido irresponsablemente abandonada por las autoridades del Distrito Federal, y que perdió -una madre soltera, con 2 hijos- perdió la computadora y la impresora con la cual sostenía a través de trabajos de tesis y de trabajos escolares a esos pequeños. Esas madres solteras, esas personas que pueden producir y trabajar dignamente a partir de recursos, vamos a ayudarlas duplicando el programa de microcréditos. (Comentario: Aquí Felipe Calderón solo habla de duplicar y ya no habla de incrementar diez veces los apoyos del gobierno para los microempresarios como lo hizo el 9 de mayo del 2006. Y aún así, como ni siquiera esto ha podido cumplir, quizá se está empezando a dar cuenta, tal vez hasta carcajeándose, de que “se le pasó la mano” con esta promesa.)

El programa de Pro árbol, que los dueños de bosques y selvas, especialmente en las comunidades indígenas, reciban un pago justo por los servicios ambientales que merecen por proveer a toda la sociedad mexicana del oxígeno que respiramos, de los bosque, del agua que utilizamos, un pago que cubra el costo de oportunidad de dedicar su terreno precisamente a la vocación originaria de selva y bosque y no a actividades diferentes de la silvicultura. Es decir, que en lugar del maíz o el trigo que incluso no les alcanza ni para todo el año, puedan recibir un ingreso digno y a la vez nosotros recuperemos bosques, selvas y haya un patrimonio familiar para estas comunidades. (Comentario: ¡¡¡Sin comentarios!!!)

Me propongo incrementar cada año 10% de la capacidad instalada para tratar aguas residuales en todo el país y vamos a iniciar en el primer año de gobierno, en los primeros 100 días, con el proyecto ejecutivo para construir las plantas de tratamiento de aguas negras que la zona metropolitana de la ciudad de México requiere con urgencia. Vamos a hacer una política afín para que en el mediano plazo podamos alcanzar la meta de 100% de tratamiento de aguas negras residuales y 100% de manejo de residuos sólidos en nuestro país. (Comentario: Seguimos esperando.)

Iniciaremos también un programa para reconfigurar refinerías a fin de reducir la emisión de partículas contaminantes en la gasolina que se consume en nuestras ciudades. (Comentario: ¿Sí? ¿Cuándo?)

En materia de política exterior echaré a andar el programa Por Nuestra Tierra, consiste en iniciar cuanto antes las negociaciones con los países integrantes de Norteamérica, es decir Estados Unidos y Canadá, a fin de que entre los 3 países podamos crear un fondo común para destinarlo a inversión en infraestructura y proyectos productivos en las zonas de mayor expulsión de migrantes en todo Norteamérica; es decir en zonas de expulsión de migrantes en México. (Comentario: A la mitad de los primeros 100 días de gobierno de Felipe Calderón, no existía ningún programa “Por Nuestra Tierra” dentro de ninguna dependencia oficial.)

Además, voy a reformular el mandato del Banco del Tratado de Libre Comercio, el NATBANK a fin de que pueda, de que se contemple en sus objetivos que pueda financiar proyectos de infraestructura no sólo en la zona fronteriza, sino otra vez en las zonas de mayor expulsión de migrantes en México. Por último, destinaré los recursos recaudados, todos los recursos recaudados en Estados Unidos a mejorar la protección y la gestión consular a favor de los paisanos. (Comentario: En el colmo de la hipocresía al inicio de su sexenio, en su proyecto de Presupuesto de Egresos para 2007, Felipe Calderón abandonó por completo a los migrantes. No pidió ningún peso para 14 de los Programas de Protección de los Mexicanos en el Exterior, para esos paisanos para quienes había prometido mejorar la protección.)

Amigas y amigos:

Faltan sólo días para que los mexicanos reafirmemos que queremos un país estable y unido, un México con certidumbre, crecimiento y empleo y que trabaja para reducir las enormes desigualdades sociales, para recuperar la seguridad de nuestros hijos y restaurar nuestro medio ambiente. (Comentario: ¿Reducir las enormes desigualdades sociales manteniendo al mismo tiempo las políticas económicas neoliberales del foxismo que aumentaron brutalmente la ya de por sí amplia brecha entre pobres y ricos de México, e imponiendo además como Secretario de Hacienda a un tecnócrata que fué Subdirector Gerente del mismo Fondo Monetario Internacional que prácticamente acabó con la clase media en México desde los tiempos del Presidente Miguel de la Madrid Hurtado? Y por cierto, el gris tecnócrata-burócrata Miguel de la Madrid, el mayor devaluador del peso en la historia de México y el primer Presidente en comenzar a implementar los esquemas derechistas del neoliberalismo después de someter incondicionalmente la soberanía de México a los dictados del Fondo Monetario Internacional, el 26 de enero del 2007 calificó como bueno el comienzo del gobierno de Felipe Calderón, a tan solo dos semanas después de que se detonara una escalada de precios en los alimentos básicos con una inflación reminiscente de lo que sucedió... ¡precisamente cuando Miguel de la Madrid comenzó su sexenio! ¿Lo habrá felicitado por estar convencido de que ambos tienen mucho en común?)

Este 2 de julio los mexicanos tendremos la oportunidad de decirle no a los proyectos que llevarían a México a una nueva crisis económica, a las devaluaciones y a la pérdida de patrimonio de la mayoría de los mexicanos.

Ahora el próximo 2 de julio debemos hacer realidad el anhelo de que la democracia nos rinda los frutos que anhelamos: bienestar, estabilidad, oportunidades para salir adelante, generar empleos bien pagados.

En suma, podemos este 2 de julio dar un paso adelante para que los mexicanos vivamos mejor. Al votar hagámoslo votando por la opción del empleo y la estabilidad económica, de la unidad entre los mexicanos, por la opción de la legalidad. Votemos por la opción del futuro de México. Este 2 de julio a la hora de votar piensa en tus hijos, piensa en el México que ellos merecen. Este 2 de julio a la hora de votar demos un paso adelante al México que anhelamos y queremos la mayoría de los mexicanos. Demos un paso adelante y ganemos con el voto de los mexicanos el futuro que merece México. Muchas gracias.

De hecho, hay mucho más que se podría agregar, como la propuesta de Felipe Calderón de eliminar el impuesto del Uso y Tenencia, ese impuesto metido a iniciativa del Presidente priista Adolfo López Mateos como un impuesto temporal para pagar el costo de las Olimpiadas que se llevarían a cabo en 1968, mismo impuesto que el correligionario pro-Yunquista de Calderón, Vicente Fox, también propuso un 2 de marzo del 2000 eliminar, cuando también estaba haciendo su campaña para la Presidencia de México, promesa que ahora ninguno de los dos quiere recordar. Pero si Felipe Calderón no puede con lo que ya se ha mencionado aquí, difícilmente podría con el resto de sus otras promesas que nos ocuparían todo un libro.

Si una de las cien acciones de gobierno prometidas por Felipe Calderón incluye su tour a Europa en su segundo mes de gobierno, mejor se la hubiera guardado. Veamos lo que nos dice el editorialista Raúl Rodríguez Cortés en la revista Siempre! número 2799 del 4 de febrero del 2007, en su contribución titulada "Poco tino diplomático de Calderón: Falsos dilemas del primer mandatario":

Una vez concluida la gira europea de Felipe Calderón puede asegurarse que no aportó hecho o elemento que permitan sostener que el gobierno en turno inició el rescate de una política exterior brutalmente desprestigiada por los penosos y frecuentes disparates de Vicente Fox y por los tumbos con que la condujo durante seis años por no ceñirse a los principios constitucionales que le dieron por décadas claridad y fama.

Es cierto que Calderón no nos apenó con los dislates en que Fox incurrió prácticamente durante todas sus giras internacionales, aunque mostró una insuficiencia cultural -que se le puede perdonar a él, pero no a su equipo de asesores- al hacer pública su ignorancia de la ópera Idomeneo, de Wolfgang Amadeus Mozart, precisamente en latitudes donde se venera a ese prodigio de la música universal.

La impericia diplomática también se evidenció cuando de manera poco elegante, Calderón echó en cara a Angela Merkel, la canciller alemana, que ella había ganado su elección por un margen más estrecho que él ya de por sí reducido con que él lo hizo en México.

Pero la peor de las señales la envió Calderón al confrontarse públicamente, sin que hubiera necesidad de hacerlo, con los gobiernos Bolivia y Venezuela, para entrarle envalentonado -igual que Fox en el pasado reciente- al intercambio de declaraciones con el venezolano Hugo Chávez, y al debate, desde posiciones irreductibles, con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.

Es absolutamente válido que Calderón promueva en Europa inversiones para México y que para amarrarlas ensalce ante los dueños del capital lo que él considera nuestras ventajas comparativas y el modelo económico de libre mercado que defiende a ultranza. Pero al hacerlo, ¿tenía que juzgar decisiones soberanas de países que son, además, nuestros aliados naturales histórica y culturalmente? ¿Era necesario calificar de populistas a los gobiernos de Bolivia y Venezuela, inferir que sus gobernantes son dictadores y descalificar su política de expropiaciones? ¿Tenía que atropellar a otros para obtener un beneficio? ¿Para qué atizar el fuego que durante su campaña política él mismo encendió al usar la figura de Chávez como el mal por encarnar en la persona de López Obrador? ¿Para qué provocar que fuera el mismo Chávez quien le recordara que para merecer respeto tiene que respetar?

El respeto a la autodeterminación y la no intervención han sido reglas de oro de nuestra política exterior consagradas en la Constitución. Fox las ignoró y Calderón, por lo visto, las ignorará.

Veamos ahora lo que nos dice en la misma revista el editorialista René Avilés Fabila, en su artículo “Una copia de Fox: Calderón y el tacto diplomático de la derecha”:

Una de las más asombrosas ausencias de tacto e inteligencia durante la administración de Vicente Fox, fue sin duda la parte diplomática. Una y otra vez el presidente dijo tonterías y en poco tiempo logró borrar la gran diplomacia mexicana que venía de muy lejos, desde la presidencia de Benito Juárez, pasó por Venustiano Carranza y que el PRI había logrado consolidar. Merced a ella, la nación alcanzó respeto internacional. Fox no estuvo solo, lo ayudaron Jorge Castañeda y Ernesto Derbez. Entre los tres consiguieron que México fuera el hazmerreír del mundo civilizado. Queda para el mármol la famosa frase dicha a Fidel Castro: Comes y te vas, como perla única de la estupidez y la dependencia al imperio.

Pues Felipe Calderón no va mal. En esta salida a Davos, Suiza, pudo haber hecho un papel respetable, digno, que nos diera nueva grandeza. No, fue incapaz. Rodeado como está por diplomáticos de tercer orden, salió a romper lanzas por la globalización neoliberal que Estados Unidos y sus satélites como Gran Bretaña encabezan. Sin más arremetió contra las políticas nacionales de Venezuela y Bolivia. Como es natural, alguien salió a contrarrestar su discurso servil e inútil para México. En este caso fue Lula, el mandatario brasileño.

Nadie duda que Calderón quiera para México inversiones extranjeras, es posible que durante su periodo no haya nacionalizaciones, pero qué necesidad tenía de insistir furiosamente en una política que todos conocen. Nadie ignora que desde hace ya varios años, la relación de dependencia con Estados Unidos ha perdido dignidad, se ha hecho incluso servil como con Fox. Además, el mundo no ha dicho la última palabra: cierto, hay globalizadores y se ven triunfales, pero los enemigos de los términos en que se lleva a cabo la globalización, son cada vez más en el mundo, en especial en el continente americano, donde, si mal no recuerdo, está México. Pudo, en consecuencia, decir lo mismo de otra manera para evitar la confrontación que los países que hoy encabezan políticas decorosas y valientes. ¿Tenía sentido que Calderón agrediera a por lo menos cuatro países, Venezuela, Bolivia, Brasil y Cuba, sin contar a Chile o a la Argentina? Claro que no.

Desde hace ya algún tiempo la derecha mexicana ha logrado el sueño norteamericano: que la dependencia sea muy visible, que se sepa que la política nacional está diseñada para serle útil a los gringos. Los Pinos al servicio lacayuno de la Casa Blanca. Felicidades, lo consiguieron.

De hecho, las condenas hacia el fracaso de la nueva política exterior mexicana estrenada por Felipe Calderón parecen ser casi unánimes en muchos otros medios de comunicación... ¡lo cual incluye a muchos de quienes apenas hace unos meses lo habían apoyado en su candidatura presidencial y todavía hasta hace poco lo aplaudían!

De haber sido ciertos tantos cuentos chinos urdidos en su ambiciosa fantasía por un boquiflojo tan desmedido como resultó serlo Felipe Calderón, quien en estos menesteres resultó ser peor que su predecesor, el pueblo de México no habría visto a tan pocas semanas de gobierno de un "presidente" entrante un editorial con párrafos tan pesimistas como los que se muestran a continuación, tomados del editorial elaborado por el conocido analista Rafael Loret de Mola para varios medios y publicado el 13 de enero del 2007 bajo el título “Desafío: Herencia de hambre”:

No puede ser feliz el derrotero de la nueva administración federal cuando, de entrada, se dispara, incontrolable, el precio de la tortilla. Los mercados a futuro señalan que el kilo puede llegar a costar quince pesos en los próximos tres meses. Un golpe certero contra los pobres quienes, al parecer, también sufrirán los ajustes de cuentas poselectorales pues ellos fueron, en buena medida, quienes prohijaron y alentaron la opción izquierdista que tanto alertó a los detentadores del poder económico. No es exagerado señalarlo aunque algunos pretendan ser escépticos de todo.

El hecho es que las tortillas, alimento esencial de la mayor parte de los mexicanos, concentraron durante largo tiempo la tendencia oficial a asegurar la nutrición pública manteniendo accesibles los precios y considerando asimismo que los rigores de la reordenación económica tendían a reducir, aún más, el lesionado poder adquisitivo de cuantos vive de sus empeños cotidianos y no tienen reservas para jugar a la especulación. La tortilla era, pues, una especie de balanza para contrarrestar las medidas impopulares en materia financiera y evitar así posibles estallidos por hambre.

Ahora sólo se habla de hacer realista a la economía cancelando subsidios, prebendas y diatribas para evitar fugas y concentrar recursos en otras áreas. Los números, primero; el equilibrio social, después. Lo dicho: el país visto como una enorme empresa en la que los rendimientos económicos son el numen bajo el argumento de asegurar con ello las fuentes de trabajo. No es extraño que el líder de la oposición también utilice el símil, alertando sobre los riesgos de una visión tuerta, esto es, con capacidad sólo para observar una reducida parte de la escena.

Por supuesto, desde cualquier perspectiva, el alza no es un buen augurio; mucho menos si sopesamos, como lo hemos hecho en los últimos meses, la vulnerabilidad de un gobierno bajo sospecha y de un mandato cuestionado. Cualquier cerillo puede encender la hoguera.

La leche por Coca-cola, que vende ahora hasta su añeja publicidad como si se tratare de tesoros históricos, y las tortillas por los “fritos” enchilados que no tienen ya los nutrientes del grano fundamental. Todo ello prohijado por las grandes compañías inescrutables, invitadas siempre a sumarse al vagón del poder político por la vía de los financiamientos proselitistas. Otra vez, los pagos de facturas.

Las paradojas no terminan en este punto. El "presidente del empleo" comienza su curso colocando la tortilla por las nubes. Ahora falta que las plazas dispuestas, si las consigue, permitan subsanar el costo de las obleas de oro.

Y pese a que la campaña presidencial del 2006 terminó con las elecciones del 2 de julio, y como si no bastase con todas aquellas promesas hechas durante la contienda, sin esperar a tomar posesión aún de su cargo Felipe Calderón continuó yéndose en grande lanzando el 10 de octubre del 2006 en el World Trade Center de la Ciudad de México su glorioso "Proyecto México 20-30" cuyo objetivo según él es “erradicar la pobreza y el analfabetismo”. En realidad, esta pomposa idea no es más que un refrito con variante de tema de algo que fué presentado por Vicente Fox el 29 de noviembre del 2000, también aún como Presidente electo, cuando tampoco había tomado posesión de su cargo, bajo el rimbombante mote “Iniciativa México Visión 2025”, proyecto que quedó a fin de cuentas en puras buenas intenciones entre tantas otras promesas incumplibles del hombre que prometió a todos los mexicanos “vocho, changarro y tele”, promesas que casi tres millones de mexicanos hambrientos que huyeron hacia los Estados Unidos en busca de empleo durante el régimen foxista ya no alcanzaron a ver cumplidas.

El corolario final a todo esto es: ¿Ha habido realmente alguna vez, dentro de los primeros cien días de gobierno de Felipe Calderón, cien grandes acciones de gobierno que pasarán a la historia como algo digno de tomarse en cuenta, como algo digno de recordar? ¿Noventa? ¿Ochenta? ¿O por lo menos cincuenta? Porque de esto es de lo que trata precisamente el sexenio maravilloso prometido por Felipe Calderón en el 2006.

Naturalmente, los paleros oficialistas como el ya trístemente célebre Oscar Mario Beteta del poderoso -cuan privilegiado por el Estado- consorcio mediático Radiofórmula, así como el “ario” (Sieg Heil!) Enrique Krauze de TELEVISA (el cual “dedicó” al candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador su rabioso libelo El Mesías Tropical, diseminado por todos los medios posibles el mes de junio del 2006, unas cuantas semanas antes de las elecciones presidenciales que se llevarían a cabo el 2 de julio, con el deliberado propósito de causarle el mayor daño posible al candidato presidencial de la izquierda Andrés Manuel López Obrador) así como los otros aduladores agrupados dentro de organizaciones tales como la ya severamente demeritada Lupa Ciudadana, ninguno de ellos le están refrescando la memoria a Felipe Calderón en torno a las muchas promesas incumplidas como las que hemos mencionado arriba, promesas a las cuales en su momento les dieron una alta aprobación, una alta factibilidad en contraste con las muy bajas calificaciones que rutinariamente le daban a las propuestas de López Obrador. Son rastreros, son serviles, son a fin de cuentas unos vendidos, sí, pero no son tarugos. Ellos saben quién es el que manda, y saben muy bien a quién deben servir. Siempre lo supieron. Por eso ahora callan. Por eso ahora están relegados a las gradas mientras que tienen que ser otros, como Spectator, quienes deben estar sacando a relucir a flote la verdad histórica por dura que sea. Y esa, no se puede alterar ni maquillar con ninguna propaganda, por muy costosa que sea. Y menos a través de una consorte de paleros empeñados en hacerle creer al pueblo que, tras seis años utópicos de Foxilandia, ahora México debe estar preparado mentalmente para vivir en Felipelandia, mientras llega ese ansiado día en que Yunquelandia pueda ser ya una abierta realidad, con un Partido Nacional del Yunque (PNY) entronizado permanentemente en el poder y con el PAN relegado al basurero de la historia al haber terminado ya de cumplir los objetivos por los cuales fué infiltrado.


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POST SCRIPTUM:

Una de las promesas más emblemáticas hechas por el candidato presidencial Felipe Calderón es la siguiente que habla por sí sola:





Tres años después, al cumplir Felipe Calderón la mitad de un descalabrado sexenio consumido por una guerra sangrienta que le declaró al crimen organizado con el fin de legitimar su ascenso a la silla presidencial y con la economía nacional hecha trizas, ¿cumplió Felipe Calderón con esta promesa solemne que le hizo a todos los propietarios de vehículos automotrices en caso de que votaran por él? NO. Bueno, la promesa fue cumplida, pero no por Felipe Calderón, sino por el gobierno del estado de Querétaro, y ello sólo fue posible porque el PAN fue expulsado de la gubernatura de Querétaro por un pueblo harto y fastidiado por los abusos de la clase gobernante panista y el rosario de promesas incumplidas. El gobernador priista que logró expulsar a la dupla derecha-ultraderecha del palacio de gobierno de Querétaro no fincó esperanza alguna de que Felipe Calderón cumpliese sus promesas, mal habría hecho. Lo que hizo fue ordenar a la tesorería estatal absorber el pago de dicho impuesto con el fin de que la gente del pueblo no tuviera que pagarlo. El impuesto seguía en vigor en todo México a nivel federal. ¡Y pensar que el PAN desde tiempos inmemoriales cuando era insignificante oposición de membrete al PRI había exigido la derogación inmediata de tal impuesto que había sido creado “temporalmente” para pagar el costo de las olimpiadas celebradas en México en 1968!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Lo curioso es que no encuentras sus famosas cien promesas en ningún lado se han esfumado y no logras encontrar una copia de ellas en internet.
Porque has puesto moderación en éste blog, tienes miedo a oír la neta? eso déjalo a los priístas o a Calderón, que les pasa en México que le quieren poner mordaza a todo mundo.

lunes, mayo 11, 2009  

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